«Los protagonistas de esta historia son Sylvia y Christopher Tietjens, un matrimonio en crisis. Él es el último defensor de las esencias victorianas; ella desprecia los valores tradicionales. Pero entra en escena Valentine Wannop, una feminista y sufragista que acabará siendo la persona más importante en la vida de Christopher Tietjens. A una compleja trama psicológica y sentimental se unen el estallido de la guerra y las experiencias de Christopher en el terrible submundo de las trincheras, donde las ideas como el horror, la patria, el amor, el matrimonio, el deseo o la amistad acompañan al protagonista en su particular descenso a los infiernos. De allí saldrá para encontrarse con un nuevo mundo, devastado, interrogante» (sipnosis extraída de la editorial Debolsillo).
«Los protagonistas de esta historia son Sylvia y Christopher Tietjens, un matrimonio en crisis. Él es el último defensor de las esencias victorianas; ella desprecia los valores tradicionales. Pero entra en escena Valentine Wannop, una feminista y sufragista que acabará siendo la persona más importante en la vida de Christopher Tietjens. A una compleja trama psicológica y sentimental se unen el estallido de la guerra y las experiencias de Christopher en el terrible submundo de las trincheras, donde las ideas como el horror, la patria, el amor, el matrimonio, el deseo o la amistad acompañan al protagonista en su particular descenso a los infiernos. De allí saldrá para encontrarse con un nuevo mundo, devastado, interrogante» (sipnosis extraída de la editorial Debolsillo).
El final del desfile es una novela totalmente atípica y bastante compleja, con una redacción un tanto enrevesada en muchas ocasiones, saltos en el tiempo (de hecho, el autor, Ford Madox Ford, fue pionero en el uso de saltos temporales complejos y en la combinación de distintos puntos de vista); sin embargo, su trama es bastante interesante y cautivadora, una vez que logras empatizar con los protagonistas y su forma de pensar y actuar.
La novela está estructurada en cuatro libros, titulados respectivamente: "Hay quien no", "No más desfiles", "Se podría estar de pie" y "El toque de retreta". En ellos se desarrolla la historia del triángulo amoroso formado por Sylvia Tietjens, Christopher Tietjens y Valentine Wannop, con el contexto histórico de la I Guerra Mundial como telón de fondo.
Sylvia Tietjens es descrita como una mujer muy hermosa e inteligente, malvada, egoísta, frívola, caprichosa y que utiliza su belleza para conseguir que los hombres actúen a su voluntad. Es la esposa de Christopher, al cual aborrece y detesta, siendo una de sus principales aficiones atormentar a su marido, ya sea siéndole infiel o, simplemente, haciendo cualquier cosa que pueda perjudicarle.
Christopher Tietjens es un personaje bastante peculiar, se podría decir que es casi un antihéroe: un hombre muy inteligente, un intelectual y un gran estadista, algo torpe (a veces es descrito como si fuera un pesado fardo de harina); un auténtico tory inglés, por lo que es una persona muy conservadora y casi dieciochesco, como él mismo se describe en la novela. Su inteligencia e integridad, así como su poco interés en el dinero, a veces le granjea el recelo de sus semejantes.Tiene unas fuertes convicciones, por lo que siempre va a actuar conforme a sus principios, aunque ello resulte incomprensible para quienes le rodean. Es un buen hombre, lo que le lleva a ignorar las infidelidades de su esposa, simplemente porque considera que debe salvaguardar el honor de la madre de su hijo.
Y, finalmente, Valentine Wannop. Ella es una muchacha más joven que Christopher, también muy inteligente y culta, hija de un profesor que, a su vez, era amigo del padre de Christopher y también del propio Christopher. Valentine es sufragista, defensora de los derechos de las mujeres, pacifista, así como una mujer independiente, fuerte y con ideas propias.
Christopher y Valentine son almas gemelas, con los mismos intereses y personalidades similares, ambos son capaces de entenderse sin ni siquiera hablar y se enamoran desde el mismo momento en que se conocen. Pero Christopher es un hombre casado, por lo que deben luchar contra sus propias convicciones morales, por no hablar de las "malas lenguas" que se encargan de difamar incluso el sentimiento más puro.
En la novela se hace un retrato de la sociedad de principios del siglo XX, una época de cambio y transición, marcada por el estallido de la Primera Guerra Mundial. Nos traslada al caos de las trincheras, el miedo y la desesperación de los soldados. También se refleja la hipocresía de las clases altas, la frivolidad de alguna gente acaudalada y la predisposición al rechazo de quien piensa o actúa de una manera diferente.
Como señalaba al principio, es una novela muy compleja, porque así lo son sus personajes, de modo que el autor refleja el complicado modo de discurrir de cada personaje. Se emplean muchas citas y referencias a escritores, pintores o hechos históricos, pero gracias a las notas del traductor, no suponen un impedimento para la lectura.
En cuanto a mi opinión personal, tengo que reconocer que a pesar de su complejidad, es una novela que me ha gustado bastante; tengo predilección por la literatura británica y por este tipo de personajes fuera de lo común, así como las historias en que se plantean conflictos morales por sus estrictas convicciones. Sin embargo, requiere un gran esfuerzo de concentración y alguna que otra consulta al diccionario...
Como apunte final, quiero añadir que conocí de la existencia de esta obra a través de la serie de la BBC del mismo título (Parade's end), que lamentablemente no está en español y no tengo noticias de que vaya a ser emitida en nuestro país. En la serie, Benedict Cumberbatch (Sherlock), interpreta a Christopher Tietjens, papel que le viene como anillo al dedo. Rebecca Hall (Vicky Cristina Barcelona), da vida a la pérfida Sylvia, mientras que Adelaide Clemens interpreta a la joven sufragista Valentine Wannop.
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