sábado, 18 de febrero de 2012

Mi reino por un caballo: War Horse

El lunes pasado acudí al cine para ver la nueva obra del Rey Midas de Hollywood, Steven Spielberg. Aunque en ocasiones me ha defraudado, como con La Guerra de los Mundos (un fallo lo tiene cualquiera), he de reconocer que es uno de mis directores favoritos, sobre todo cuando se trata de películas épicas.

War Horse (Caballo de Batalla) está a la altura de otros filmes bélicos del autor como Salvar al Soldado Ryan o La Lista de Schindler, de hecho en algún reportaje se han referido a la película como "Salvar al Soldado Joey" (Joey es el nombre del caballo, para quien aún no la haya visto).


War Horse es una adaptación de la novela infantil de Michael Morpurgo, en la cual los caballos narran la historia en primera persona (que no en la versión fílmica). La novela ha sido previamente llevada al teatro en Londres y este año llegará a Broadway.


La historia comienza en los años previos a la Primera Guerra Mundial, en un pequeño poblado de Inglaterra. Una familia de granjeros compra un potro en una subasta, a pesar de no tener recursos para pagarlo y de que el caballo no es lo que necesitan para trabajar en la granja; pero su hijo Albert está decido a domarlo y enseñarlo, de modo que gracias a la tozudez de ambos (chico y caballo), consiguen que el equino sea de utilidad en la granja. Ambos se hacen inseparables, pues Joey es un animal excepcional, pero las dificultades económicas por las que atraviesa la familia, a punto de perder sus tierras y su casa, obligan al padre a vender al caballo al ejército británico, justo cuando estalla la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Durante la contienda, Joey se convierte en un héroe, conmoviendo a todos aquéllos con quienes se va topando, gracias a sus excepcionales cualidades...y no puedo contar nada más sin destripar el argumento de la película, de modo que quien quiera saber más... que vaya al cine.



Hay que tener en cuenta que se trata de la adaptación de una novela infantil, por lo que la guerra no está tratada con la crudeza habitual de otras películas del género, por ello no creo que debamos ser duros al juzgarla en este aspecto. Sin embargo, Spielberg ha sabido transmitir al espectador el desgarrador efecto de la guerra, poniendo de manifiesto la cantidad de caballos que murieron en la misma, cifras a las que no se le había dado relevancia hasta el momento. Es normal que se utilizaran caballos como animales de carga para transportar la artillería o incluso en las propias batallas...pero aún así, resulta un tanto impactante el poco aprecio de algunos por la vida de otro ser vivo. 

Cabe destacar que todos los caballos utilizados en la película son de verdad, aunque Spielberg encargó un caballo animatrónico para las secuencias especialmente peligrosas. Ningún caballo resultó herido en el plató, pues para cuidar de los mismos participaron domadores de Australia, España y Estados Unidos, así como un equipo de mozos de cuadra, adiestradores, trasnportistas y un veterinario, todos ellos bajo supervisados por Barbara Carr, de la Asociación Americana Protectora de Animales, para que los caballos estuvieran siempre a salvo.

Los paisajes son otro protagonista de la película. El film se rodó en el Parque Nacional de Dartmoor en South Devon, en el pintoresco Castle Combe (un pueblo medieval en Reino Unido) y en Wisley Airfield, un campo de maniobras militares abandonado de la Segunda Guerra Mundial.


En cuanto a los actores, Spielberg ha contado con un actor totalmente desconocido para el personaje de Albert, Jeremy Irvine (20 años), que se crió en un pequeño pueblo inglés como el protagonista de esta película, y que gracias a este papel se ha convertido en una joven promesa del cine. Se encuentran también en el reparto Emily Watson y Peter Mullan, que interpretan a los padres de Albert. También cabe hacer mención a la intervención (breve pero intensa, podría decirse) de Benedict Cumberbatch, que arrasa con la serie de la BBC Sherlock y que en la película interpreta el papel de Mayor Stewart.






Quiero recoger en esta entrada alguna de las críticas de los medios acerca de esta película, principalmente, porque coincido con la opinión de sus autores.
  • "Es un viaje emocional, a pleno galope." (Peter Travers: Rolling Stone). 
  • "Atrevidamente emocional, con sentimientos desnudos, 'War Horse' tan sólo dejará intactos los corazones de piedra." (Richard Corliss: Time). 
  • "Spielberg (...) es el mejor realizador de películas infantiles de la historia. Su capacidad para evocar la sencillez, el asombro, la belleza y el amor incondicional son su fuerte y su visión de 'War Horse' es una fábula magnífica, majestuosa (...) Puntuación: **** (sobre 4)" (Kyle Smith: New York Post). 
  • "Una película extraordinaria, sobrecargada de fuerza y energía, donde el cineasta revela pleno dominio de su elocuencia expresiva" (Jordi Costa: Diario El País)
  • "Majestuosa, épica, emocionante, y, en el mejor sentido de la palabra, una gran película clásica (...) Spielberg vuelve a tocar hondo y dentro al espectador (...) Puntuación: ***** (sobre 5)" (Carmen L. Lobo: Diario La Razón). 
  • "El formalismo del cineasta alcanza cotas de majestuosidad sencillamente apabullantes en un trabajo que apela a la memoria cinéfila para reivindicar la inocencia en tiempo de guerra (...) Puntuación: **** (sobre 5)" (Noel Ceballos: Fotogramas). 


En cuanto a mi opinión personal, creo que ha quedado suficientemente reflejado que me gusta la película. Desde pequeña me han encantado los caballos, y los animales en general, por lo que no es de extrañar que War Horse haya llegado a conmoverme. Puedo casi asegurar que a cualquiera que le gusten los animales va a disfrutar con esta película.  





El filme tiene todos los ingredientes para pasar un buen rato en el cine: un buen argumento, grandes interpretaciones (caballo incluido), una buena banda sonora firmada por John Williams y la suficiente dosis de sensiblería, que no llega a ser empalagosa; con una cierta moraleja, pues se destacan valores como la amistad, la nobleza o el coraje, tan necesarios y tan olvidados en nuestros días. Coincidiendo con la crítica de Time: "Sólo dejará intactos los corazones de piedra".








Un saludo.

lunes, 6 de febrero de 2012

Se abre el telón y aparece una obra maestra: The Artist





The Artist no es una buena película...simplemente es LA PELÍCULA. El filme nos lleva hasta el Hollywood de 1927, donde George Valentin (Jean Dujardin) es un exitoso actor de cine mudo, algo pagado de sí mismo. Sin embargo, su vida da un giro de 180º con la llegada del cine sonoro: Valentin se niega a adaptarse a esta nueva modernidad y, como consecuencia, su carrera se arriesga a perderse en el olvido. En la otra cara de la moneda se encuentra la joven Peppy Miller (Bérénice Bejo), quien comienza como extra en una de las películas mudas de Valentin y que logra hacerse un hueco en el mundo del celuloide, consiguiendo el impulso necesario para su carrera gracias al cine sonoro, convirtiéndose en una estrella, frente al progresivo fracaso de Valentin.

La calidad de esta película viene abalada por la crítica especializada y por el número de premios que ha ido cosechando:

  • Oscars: 10 nominaciones, incluyendo mejor película, director y guión original
  • Globos de Oro: Mejor película comedia/musical, actor (Dujardin) y BSO. 6 nomin.
  • Premios Cesar: 10 nominaciones, incluyendo mejor película y director
  • Premios BAFTA: 12 nominaciones, incluyendo Mejor película, director y guión original
  • Festival de Cannes: Mejor actor (Jean Dujardin)
  • Critics Choice Awards: 4 premios, incluyendo mejor película. 11 nominaciones
  • Festival de San Sebastián: Premio del público
  • Círculo de críticos de Nueva York: Mejor película y director
  • Festival de Hampton: Mejor película (Premio del público)
  • Festival de Sevilla: Premio del público
  • Premios del Cine Europeo: Mejor banda sonora. 4 nom., incluyendo mejor película
  • Premios Goya: Nominada a mejor película europea
  • Independent Spirit Awards: 5 nominaciones, incluyendo mejor película y director
  • Satellite Awards: Mejor dirección artística. 5 nominaciones, incluyendo mejor película
  • Producers Guild of America: Mejor película
  • Premios de la Crítica de Washington (WAFCA): Mejor película
  • Directors Guild of America (DGA): Mejor director
  • Screen Actors Guild: Mejor Actor (Dujardin) Nominados Actriz secundaria, reparto
        (FUENTE: FILMAFFINITY http://www.filmaffinity.com/es/film207902.html )


Por lo que a mí respecta, sólo tengo elogios para esta magnífica obra. En una época en la que el cine se ha convertido en un bombardeo constante de películas comerciales, saturadas de efectos especiales, el famoso 3D..., The Artist nos ofrece una cinta de cine mudo y en blanco y negro. El director arriesga y gana, porque nos devuelve el cine de verdad, el cine con mayúsculas, demostrando que para hacer una buena película, únicamente es necesario tener una buena historia y unos buenos actores...todo lo demás, es prescindible.

La ausencia de sonido (excepto el de una gran banda sonora que nos acompaña durante toda la película), consigue que te introduzcas en la historia, no hay ningún factor que te distraiga de la trama, por lo que consigue una implicación directa con el público...haciendo que olvides, precisamente, que no se oye ni un ruido. Mi teoría al respecto es que nuestro cerebro ya tiene asociados cuáles son los sonidos que corresponden a cada gesto o movimiento y por eso, no los necesita...no sé si andaré muy desencaminada, pero yo lo dejo caer.

Jean Dujardin y Bérénice Bejo consiguen transmitir al espectador una gran carga emocional sin emitir un sonido, sólo con su excelente interpretación, por ello nadie puede dudar de la  calidad de estos actores y es que ambos son, como el propio título indica, unos artistas.  No tengo palabras para describir su trabajo, porque me quedaría corta, pero consiguen conmoverte en ocasiones y hacerte reír en otras tantas. 

Mención aparte merece el perro de George Valentin...me quito el sombrero ante el animal porque también es un gran artista. Como suele decirse, le falta hablar.


 

Cruzo los dedos para que en los Oscars coseche todos los premios que se merece, aunque tiene grandes competidoras, confío que el de Mejor Película sea para The Artist.

Finalmente, os recomiendo ir a verla si tenéis la oportunidad...a los de mi generación les pido encarecidamente que venzan los prejuicios, que la calidad no está circunscrita a las películas con grandes efectos especiales (a veces puede ser al contrario). Estoy segura que no os defraudará.

Un atento saludo.










sábado, 4 de febrero de 2012

Elemental mi querido...Sherlock

No soy una gran aficionada a la televisión, sólo veo lo que según mi humilde opinión, merece la pena, y he de reconocer que la noche de los jueves ha quedado reservada para Sherlock  (por poco tiempo, pues quedan dos capítulos para concluir la temporada).





Sherlock es una versión moderna basada en las aventuras del "detective asesor" más brillante de la literatura, creado por Sir Arthur Conan Doyle en 1887. Pero la aportación de la BBC no se limita a volver a dar vida a este personaje, algo que ya se ha hecho recientemente en el cine, sin mal resultado. La serie británica va más allá y nos traslada a Sherlock Holmes al siglo XXI, con todas sus consecuencias y las ventajas que suponen las nuevas tecnologías; de modo, que "nuestro" Holmes tiene conexión a Internet, portátil, móvil de última generación (con acceso a Internet, por supuesto), su propio blog acerca de la Ciencia de la Deducción....y, por su parte, el Doctor Watson es un ex-soldado de la guerra de Afganistán, el cual también tiene su propio blog, adaptación de los diarios que escribía en las novelas, donde va relatando todas y cada una de las aventuras y desventuras sufridas al lado del detective.

La serie consigue captar la esencia de las novelas de Conan Doyle, haciendo perfectamente factible la presencia de un Sherlock Holmes en nuestro siglo. Es cuidadosa con los detalles, pues se respeta la caracterización de los personajes de las novelas y conserva los tics propios de la obra original, como la lupa portátil, los taxis londinenses, el piso en el 221B de Baker Street, incluso el "sombrerito" hace su aparición en uno de los capítulos; los guiones son geniales, con unos diálogos cargados de ironía, sarcasmo y, por qué no, cierto toque de comedia (hay ocasiones en que me hacen reír, sinceramente). Cada capítulo te mantiene expectante y concentrado hasta el final, pues si pierdes un minuto, acabas sintiéndote desorientado, dado el ritmo vertiginoso con el que se desenvuelven cada una de sus investigaciones. Se puede decir que no tienes ni un segundo para aburrirte (bueno sí, cuando ponen anuncios).


Cabe destacar el gran trabajo de interpretación que realizan todos los que intervienen en la serie, pero especialmente, el de quienes dan vida a Sherlock y a Watson: Benedict Cumberbatch y Martin Freeman, respectivamente. Juntos hacen una de las mejores parejas televisivas como no se ha visto en mucho tiempo. Hay chispa en sus diálogos y la química es patente. No tiene desperdicio. De hecho, ya han recibido el reconocimiento que se merecen por su trabajo, pues Benedict Cumberbatch ha ganado el Premio del Sindicato de Prensa de 2011 por su papel como Sherlock y ha sido nominado para el BAFTA como mejor actor. Por su parte, Martin Freeman ha ganado el BAFTA de 2011 como mejor actor de reparto.




Me encanta la interpretación que Cumberbatch hace del famoso detective asesor. Logra transmitir toda la frialdad, autosuficiencia, excentricidad y genialidad del personaje y, además, también lo dota de un aspecto algo cómico en algunas ocasiones, sobre todo en sus conversaciones con Watson, conversaciones que mantiene aún cuando el propio Watson no se encuentre en el piso ("Qué culpa tengo yo de que no me escuches" dice Sherlock). Martin Freeman no se queda atrás en su actuación, y aporta el "factor humano" en el gran equipo que forman.

No voy a "destripar" el contenido de los capítulos, pues prefiero que los veáis por vosotros mismos...tan sólo despedirme con una de sus citas: "Inteligencia es el nuevo sexy", ¿quién sabe? A poca gente le queda tan bien un traje de chaqueta o un abrigo largo...







Un atento saludo.