«15 de julio. Emma y Dexter se encuentran la noche de su graduación. Mañana tienen que seguir cada uno por su propio camino. ¿Pero dónde estarán este mismo día el año siguiente? ¿Y el otro? ¿Y cada año que sigue?» (Editorial Maeva).
Con esta premisa comienza Siempre el mismo día, de David Nichols, una de las mejores novelas contemporáneas que he tenido la oportunidad de leer. Conocí esta historia a través del cine, como tantas otras veces, aunque en esta ocasión, leí primero el libro antes de ver la película.
Un día curioseando por Internet me topé con el trailer de One Day y no pude evitar sentir curiosidad por esta historia original no por el contenido, sino por la forma. De modo que como todavía quedaba mucho tiempo para que estrenaran la película en España (esto fue hace más de un año), decidí adquirir la novela... cuya lectura me duró menos de una semana.
One Day (título original de Siempre el mismo día) cuenta la historia de Emma Morley y Dexter Mayhew. Em y Dex se conocen un 15 de julio de 1988, en Edimburgo, tras la fiesta de graduación de la Universidad. Ella es una chica de clase trabajadora que sueña con hacer del mundo un lugar mejor, mientras que él es un joven don Juan, de una familia acomodada, con ganas de comerse el mundo. Pasan juntos esa noche, hablando, riendo... con la intención de consumar algo, que acaba sin ser consumado, simplemente porque pasa su momento.
A partir de ahí, la novela nos va contando los avatares en la vida de cada uno de sus protagonistas durante los siguientes veinte años, pero siempre centrándose en los hechos que ocurren el 15 de julio. Algunos años están juntos, en otros tienen sus propias historias por separado, aunque nunca pierden el contacto del todo, siempre hay un vínculo que los une: su gran amistad y el aprecio que sienten el uno por el otro.
Siempre el mismo día cuenta una historia sencilla, fácil de leer, aunque no por ello deja de ser una obra inteligente, divertida y conmovedora en algunos momentos. Es una novela realista, con ella ves cómo los protagonistas van evolucionando con la edad (a mejor o a peor, según el caso y el momento). Aunque está escrita en un tono ligero, las cuestiones que trata no son banales y superficiales, sino que te hace reflexionar en algunas ocasiones sobre tu propia vida.
Pero si algo tuviera que destacar, sería la cercanía; es una obra cercana porque los problemas de los protagonistas son los mismos que se nos podría plantear a cualquier persona de entre los 20 y 30 años: terminas la universidad y te planteas qué hacer con tu vida; tienes grandes expectativas sobre tu futuro, aunque no sabes bien cómo conseguirlas... por no decir de las relaciones sentimentales. Por esa cercanía es fácil empatizar con los personajes (¿qué chica no se siente identificada con Emma?) y por ese motivo también, Emma y Dexter se convierten en dos personajes muy entrañables. El autor consigue que te sientas cómplice en la historia de Em y Dex, tanto que cuando terminas la lectura de la novela sientes como si los echaras de menos.
No he querido entrar en más detalles acerca del argumento, porque prefiero que sea el propio lector quien descubra esta novela por sí mismo. Considero que de desvelar más sobre su contenido podría "estropear la sorpresa".
Sin embargo, respecto a mi opinión personal, sí que quiero dejar constancia de que es una de las novelas que más me ha conmovido, que me hizo llorar desconsoladamente hasta tener que cerrar el libro porque las lágrimas me impedían continuar leyendo (puede que también influyera mi estado anímico de aquel día, quién sabe).
Acerca del final, sólo decir que me gusta como el autor termina el libro... considero que es realista, justo y emotivo.
Como he señalado al principio, Siempre el mismo día también ha sido llevada a la gran pantalla y los personajes de Emma y Dexter son interpretados por Anne Hathaway y Jim Sturgess, dirigidos por Lone Scherfig (An Education).
La película está bastante bien, aunque puede que no llegue al nivel de complicidad con el espectador creado en la novela y tiene que pasar por alto por muchos momentos, logra captar la esencia de la historia, del carácter de los personajes y de la química entre Emma y Dexter, lo cual ya es bastante para una adaptación.
Personalmente, a mí me encanta la película... es la típica que podría ver veinte veces sin cansarme. Anne Hathaway es una gran actriz y da fuerza y carácter a todos sus personajes. Por lo que respecta a Jim Sturgess, logra transmitir la esencia de Dexter, su frescura y su "cara dura" simpática, aunque también sus momentos más oscuros y menos alegres.
Sin ánimo de extenderme más, recomiendo este libro a los amantes de las historias románticas un tanto atípicas y por ello, más especiales si cabe.
Un saludo.
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